Porque el saber no muere, sino inspira...
¡Oh, musas, despertad ahora! ¡No nos abandonéis aún!

sábado, 22 de agosto de 2015

Otros*

  Sin duda sería maravilloso que existieran más lugares en los que poder beber té con hierbabuena, dulce y cálido. También se sirve frío, pero ardiendo favorece la paciencia: la discusión pausada si estás en compañía; el pensamiento calmo si bebes solo.

Fotografía de Santiago H. Gea

  Ojalá la belleza de otras culturas estuviese más presente en nuestras ciudades, pues el desconocimiento conduce al miedo, y vivimos demasiado ignorantes los unos de los otros en un mundo en el que los cuervos negros vuelan rápidos, de resultas que sólo conocemos del Otro su barbarie, y no su alegría, su infortunio ni su arte.
  Les teméis, bien lo sé. ¿Y acaso no nos temen ellos? Nuestra parte más visible son los drones y sus bombas cargadas de legitimidad democrática, de ficticia superioridad moral, que por sorpresa matan al ser amado. Ignorancia y miedo es la mezcla que da en violencia, la violencia de quien se siente impotente para comprender o ser comprendido. 
  ¡Quién viese a más gente sentarse con un té perfumado entre los dedos, sonriendo y bendiciendo la ocasión de poder hollar junto a esos Otros tan corto sendero!


La vida son colores, 
no uno sino ciento.

Quien se cansa de la vida
lleva muerte en las entrañas.




  * Entrada inspirada por una conversación, mantenida la noche anterior, con Sarah Martínez y John, nuestro amigo escocés.

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