Porque el saber no muere, sino inspira...
¡Oh, musas, despertad ahora! ¡No nos abandonéis aún!

viernes, 23 de febrero de 2018

En febrero

Poesía de visiones de poca trascendencia
debe ofrecer un enigma a los ojos que oyen,
y si la noche es fría y el futuro angustia,
no puede menos que alegrarse la bestia,
sonriéndose a sí misma frente al espejo.

Los latidos débiles pueden volverse ambiciosos,
ignorando el peligro como caballos que, desbocados,
se lanzan por encima de las quebradas.

El sol y la luna son prontamente percibidos con su velocidad real,
la que provoca una luz que deja ver la piel pudrirse.

Más vale hacer algo entre dos nadas;
más vale ser y más vale pensar;

criaturas complejas en un universo que se enfriará,
como cualquier maravilla del pasado.

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