El placer de verla alejarse.
Forma de acuático contoneo.
Princesa de leyenda.
Mi amor.
El paraíso de dormir cansado
como animal junto a ella,
con las antaño zarpas protegiendo
su blando vientre.
Paz que quizás contenga
de la posesión violencia.
La misma bestia duerme hoy sola
respirando hondo en la oscuridad,
sin mayor cuita que la de
procurarle un sustento al alma.
En mis sueños sé volver
a los paraísos conocidos.