Porque el saber no muere, sino inspira...
¡Oh, musas, despertad ahora! ¡No nos abandonéis aún!

lunes, 27 de noviembre de 2017

Disyuntivas



‘’El que tenga más juguetes al morir gana’’ 
Eslogan materialista*


  Bien pudiera ser la lejanía del estado de naturaleza la que crea nuestros problemas mentales y nuestras pastillas contra la depresión. Cientos de fosos de cemento y torreones de hormigón nos permiten preocuparnos más por las segundas y terceras cosas, entristecernos por ellas, sentir el fracaso. Cuando cada jornada puedes morir o quedar incapacitado (o sea, morir algo más lento), el mero hecho de existir un día más es ya un logro que te convierte en una especie de triunfador. Cada minuto cuenta, cada momento de quietud y placer es una marcha triunfal.

  Cuando nos vemos empero seguros y vivos por largos años tendemos a inquietarnos por distintos menesteres: alcanzar y mantener un cierto estatus, ser recordados por generaciones venideras... ; triunfar ya no es sobrevivir, triunfar es tener (¿ser?) más  que quienes nos rodean, acogiéndonos a unas pautas de evaluación que ya estaban ahí cuando abandonamos el útero materno sobre una limpia sábana.

  El llanto, el estrés y el pensarnos infortunados no vendrá ya de una fiera que nos acecha o de una caída del árbol, sino de ciertos estigmas y presupuestos sociales que la comunidad entre el cemento hizo ley y cadena; el dolor no surgirá ya de nosotros mismos, de nuestra existencia o su fin, sino de fuera de nosotros, de los condicionantes, los premios y los castigos que otros desarrollaron.


‘’Los seres humanos no podrían soportar una vida carente de sentido’’ 
Carl Jung*


Esfinge. Dibujo del autor




* Ambas citas recogidas en P. WATSON: La edad de la nada. Crítica.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Patriotismo

  La luz blanca entra por toda la casa. No es que la luz sea blanca, es que las casas tienen fachadas blancas y se arrojan el brillo la una a la otra; también las paredes dentro de este piso son blancas, las paredes en los cuartos, y acogen el raudal de luz que entra por todas las ventanas. Así, todo es luz por el día incluso en invierno. Me he habituado a este resplandor, y al calor en el rostro cuando te expones unos minutos a su roce directo, como si fueses una blanca fachada tú también. No puedo vivir sin él como no puedo vivir sin café y sin lecturas. Todo lo demás es más o menos accesorio y sólo en ocasiones apremia.

(Fotografía del autor)

    Me gusta pensar que siempre fue así, un pequeño pueblo blanco dulcemente herido por la luz del sol, con las murallas de Valencia a la vista, rodeado de moreras. Quizás por ello sus pobladores crecen sin saberlo enamorados del suelo que pisan. Quizás por ello les es difícil marchar a un norte sin sol, como cuesta introducirse en el agua helada.

martes, 21 de noviembre de 2017

Un coro de sabios


Este: - Estoy totalmente perdido, pero eso significa que aun puedo encontrar un camino digno de ser recorrido.

Ese: - Me gusta quién soy. Mi miedo me hace más fuerte, como el error contiene una enseñanza para quien está despierto.

Aquel: - El mundo parece correr en pos de la pobreza intelectual. Vivimos un sueño inducido de impulsos y consumo.

El otro: - Nadie sabe quién es en realidad. El problema es que a muchos ni siquiera les preocupa, cuando creen que ser es tener... en un universo de reflejos.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Homo homini lupus



Se enteró de que lo harían encargado
y empezaron las convulsiones;
bruscos espasmos al clamor de huesos luxados.

Sus peludas orejas se izaron en punta,
la espina dorsal se torció y las vertebras crecieron
emergiendo grotescas a través de su pellejo,
que acertadamente se cubrió de pelo.

Sus pequeños dientes amarillos cedieron paso
a una sonrisa de enormes colmillos
y encías ensangrentadas
que no dejaba de provocar inquietud.
Sus zarpas se tornaron clavos y cuchillas.
Mostráronse útiles en adelante.

Su hocico, de natural pronunciado,
emergió al menos un palmo
y raudo lo fue a alojar
entre las nalgas del jefe.

Desde aquella noche sin luna
trabajamos con terror
ya que su olfato es fino,
sus dos ojos amarillos prevén
tus intenciones
y corrosiva es la saliva
que su gruesa lengua
rezuma.