maravilla que no por terminar deja paso al vacío.
La experiencia de dormir entonces
debe ser lo que más nos acerca
a aquel vientre originario.
Es este un suceso que, como cualquier ente vivo,
está destinado a su final.
Pero cuántas veces han poblado los amantes
el mundo con sus sonrisas,
que contemplan entre lágrimas a quien semeja
-siquiera temporalmente-
una aparición que siempre estuvo cerca,
como conocida de otras vidas.
Estos ritos pueblan
el mundo
como las estrellas se acumulan
sobre los campos verdes agitados
por una brisa suave,
al sonido de instrumentos de cuerda
que también emocionaron
y lo harán.
Dónde queda nuestro contacto con lo extraño
en las ciudades.
La sensación de encogimiento que podemos sentir
junto a una hoguera, bajo el cielo estrellado,
cuando la voz de un amigo
parece todo
Fotografía del autor. Baden-Baden |
bajo el firmamento.
La astilla que explota
te devuelve al instinto
y la imaginación se acrecienta
al tratar de elucubrar
qué habrá en el negro bosque.
La música, el amor, el miedo primitivo,
la fascinación por lo pequeño, las hormigas que marchan ocupadas,
o por lo lejano, los astros que podemos ver y que distan imposibles
de nosotros,
como vecinos de los que jamás tendremos noticia.
Es todo fascinante
la matemática en una sinfonía
que...
¿qué?
- Turbio, que mejor me alcances esa pipa. Tú no fumas más. Mañana nos van a dar por todos lados. Y después toca limpieza a fondo, que vienen los de inspección el lunes. Así que... ale, tú veras lo tarde que te acuestas. Fuera de mi cuarto.