Porque el saber no muere, sino inspira...
¡Oh, musas, despertad ahora! ¡No nos abandonéis aún!

viernes, 23 de febrero de 2018

En febrero

Poesía de visiones de poca trascendencia
debe ofrecer un enigma a los ojos que oyen,
y si la noche es fría y el futuro angustia,
no puede menos que alegrarse la bestia,
sonriéndose a sí misma frente al espejo.

Los latidos débiles pueden volverse ambiciosos,
ignorando el peligro como caballos que, desbocados,
se lanzan por encima de las quebradas.

El sol y la luna son prontamente percibidos con su velocidad real,
la que provoca una luz que deja ver la piel pudrirse.

Más vale hacer algo entre dos nadas;
más vale ser y más vale pensar;

criaturas complejas en un universo que se enfriará,
como cualquier maravilla del pasado.

martes, 6 de febrero de 2018

Hablando para dentro



La existencia buena reside en la dignidad con que la vives. Una idea sencilla e interesante que me da una lectura. ¿Qué nos impide vivir una existencia con dignidad? El miedo. El miedo y la imposibilidad material de hacerlo. Pero si tienes la suerte propia de un ganador de lotería de haber venido al mundo en un lugar amable y rodeado de seguridad, el temor a perder ciertas cuotas de estabilidad puede hacerte vivir indignamente. Sí señor: el miedo es, una vez más, el mayor enemigo de cualquier héroe terrenal. Miedo a perder la apuesta, a esforzarte y fracasar, a morir antes de tiempo (aunque, ¿algún tiempo es bueno para morir?). Esa cobardía frente a la vida, que nace de haberla vivido desde una posición demasiado cómoda, es la que te reprocharás de noche en noche, la que te hará no estar satisfecho con tu experiencia pese a sentirte –erróneamente– más seguro. Es como negarse a ver qué hay más allá del sótano por miedo a alejarse de la vela que en él titila, la que da la escasa luz a la que estamos acostumbrados.