Lejos de saber qué me hace feliz.
Miento.
Conozco cosas que me hacen feliz,
al menos momentáneamente,
pero nos obligan a buscar un curro,
claro,
(a nadie servirías vivo si no),
y ahí entra lo complicado:
encontrar qué te ponga contento
durante tanto tanto tiempo,
días, meses y años,
tu vida,
haciendo eso,
y que te dé un futuro,
porque también te inculcaron,
y con razón,
que tengas miedo,
a un futuro sin techo ni quien te eche un cable,
una manta o una máscara de oxígeno.
al menos momentáneamente,
pero nos obligan a buscar un curro,
claro,
(a nadie servirías vivo si no),
y ahí entra lo complicado:
encontrar qué te ponga contento
durante tanto tanto tiempo,
días, meses y años,
tu vida,
haciendo eso,
y que te dé un futuro,
porque también te inculcaron,
y con razón,
que tengas miedo,
a un futuro sin techo ni quien te eche un cable,
una manta o una máscara de oxígeno.
Y así o encuentras un buen negocio
con tu tiempo
(que te guste la canción es lo de menos),
o ya puedes pensar
en evitar
llegar a viejo.
con tu tiempo
(que te guste la canción es lo de menos),
o ya puedes pensar
en evitar
llegar a viejo.
Y lo mejor es que en teoría
somos los privilegiados
del mundo.
somos los privilegiados
del mundo.
Imagina haber nacido entre la inmensa mayoría
que no puede soñar;
que sólo puede buscar la forma de matar sus horas
y olvidarse del estómago encogido.
Luego queremos ir a verles
en nuestro mes de asueto
y que no husmeen ni nos molesten
mientras sacamos fotos.
que no puede soñar;
que sólo puede buscar la forma de matar sus horas
y olvidarse del estómago encogido.
Luego queremos ir a verles
en nuestro mes de asueto
y que no husmeen ni nos molesten
mientras sacamos fotos.
Y el buen lector dirá:
"cuéntame algo nuevo, viejo".
Qué quieres, querido;
un poeta no sirve de nada.
Friedrich: Naufragio del mar helado. Wikidata.org |
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