La embarcación choca con las suaves olas. El viento porta melodías aflautadas y el destino de los hombres -siempre en peligro si los dioses se inmiscuyen- suena a guitarra española, rasgada, dulce o aguda, según sean sirenas, cíclopes o el propio padre Poseidón quien amenaza a la nao veloz. El piano acompaña los recuerdos de Odiseo, tan amados como la triste mirada de Penélope, la dama que día tras día asiste a la ruina de su casa y de su estirpe. Las voces femeninas nos recuerdan que asistimos a una mirada mítica, a una narración sobre las incontables cuitas de la vida humana. Recurrimos al más allá, a la sombra de una fantasía, para explicarnos el más acá, que es la sombra de una sombra. El narrador, rapsoda de grave voz, recita a Homero en la traducción de Joan Francesc Mira, y nos traslada lejos, aún en valenciano, al insondable azul del mar Egeo.
El grupo Melodemodomies ha hecho un gran trabajo con esta obra, aunando y entremezclando voz, música e imágenes para acercarnos a uno de los pilares de la cultura grecolatina (y por extensión, occidental). Estamos seguros de que la fórmula funcionaría igualmente bien para transportarnos en la lectura de otras obras cumbre. Desde aquí les felicitamos por un trabajo bien hecho, más preocupado por la autenticidad que por la comercialización del resultado. Que otro gallo cantaría, si más hicieran como ellos.
Saludos
Las imágenes del artista Joan Castejón nos introducen no solo en la historia, sino en la misma psique de los personajes. |
El grupo Melodemodomies ha hecho un gran trabajo con esta obra, aunando y entremezclando voz, música e imágenes para acercarnos a uno de los pilares de la cultura grecolatina (y por extensión, occidental). Estamos seguros de que la fórmula funcionaría igualmente bien para transportarnos en la lectura de otras obras cumbre. Desde aquí les felicitamos por un trabajo bien hecho, más preocupado por la autenticidad que por la comercialización del resultado. Que otro gallo cantaría, si más hicieran como ellos.
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