No logras
entender que en mi mundo el trabajo es subalterno, y la creatividad va primera,
ya consumida o desplegada.
Por libre
asociación asocio planta con ventana, y tierra con falta de agua, de atención y,
el ergo… planta seca.
Esto es un
ejercicio, el primero de su especie. ¡Liberadme, oh dioses, de los opresivos
barrotes de la presión social, inserta como injerto en mi propio yo!
Las mañanas
libres dan lugar a cafés inesperados, con viejos amigos y conterráneos (gracias, Galdós)
reubicados en este soleado mapa.
Debo reducir el
consumo de dos substancias: pornografía y expectativas sentimentales; ambas me
distraen de lo principal.
La democracia ni
se crea ni se destruye: se practica o no se practica.
Quizás debiéramos
clavar una espada a una roca para solucionar las cosas. O teniendo un poco más
de mala leche, podríamos rodear la hoja de una motosierra con cemento. Extrae
la hoja, hijo, con suavidad, y serás nombrado rey. O reina, claro, que también
las hay con ínfulas.
Leer la Biblia es
un ejercicio interesante. ¿Cuántos cristianos la habrán leído realmente? ¿Y
cuántos musulmanes el Corán? Edúcate y acude luego a la fuente. Como diría una
compañía de viajes, ¡no dejes que te lo cuenten! Creo que leer directamente del
texto arroja más luces que sombras, todo lo contrario de lo que hacen expertos
y emisarios.
Todos buscamos
mostrar nuestro valor y que se nos reconozca. Y más que nadie, quienes aseguran
no hacerlo.
¿Cuándo vendrá
Merlín a desatar el Ragnarok? Yo le votaría o, mejor aún, le arrojaría mi ropa
interior. Seguro que el lobo Fenrir tiene los colmillos romos en comparación
con los de nuestros banqueros, como clara es la mirada del maia Sauron en
relación a la de nuestros políticos. ¡Pero, qué digo nuestros! Más bien
nosotros somos de ellos. Y es que no
hay pasar por alto la importancia de los detalles. Esto lo saben los villanos
de ficción, y por eso gustan más que los del mundo real.
Ya no sé qué más
decirte... Digestiones pesadas nunca fueron buenas compañeras. Ni las espinas
en los dedos; si para colmo tus uñas son cortas, estás perdido: más te vale
arrojarte por algún acantilado que tenga buenas vistas. Aun así, la espina no
saldrá de tu dedo. Son un ejemplo de perseverancia, más allá de la
desintegración del todo. ¿Son conscientes las espinas de formar parte de algo más grande que ellas? ¿O son más bien
individualistas, sin lazos ni patria? Seguro llevan sus ahorros a los paraísos
fiscales de nuestra biología.
Esto debería
alcanzar unas dos páginas, pero creo que lo dejaré en una. Soy de natural vago,
o un vago natural, a no ser que me fustiguen. ¿Pero yo? Yo no fustigo a nadie, y
menos a mí mismo.
La potencia huyó
de Europa, recuerden lo que les digo. Escapó de Occidente. Tenemos la fuerza de
lo construido, pero no de lo que está por construir. Han sido unos pocos
siglos, mas lo mucho cansa, y en historia nada dura para siempre. No pasa nada.
Yo ya tengo curiosidad por ver lo que acontece.
Vivimos en un
país borrego. Lo más risible es que los borregos se señalan unos a otros,
llamándose oveja. Saber leer no es saber leer. Saber escribir no es saber
escribir. Esta educación no es educación. Quienes de verdad disponen nuestro
adiestramiento se encuentran fuera de las escuelas. Hace falta algo más de
pesimismo y toxicidad combativa. Los lunes no son maravillosos. Tu sonrisa no
brilla hoy. Puede que estemos convirtiendo el mundo en un gran estercolero.
Joder.