Porque el saber no muere, sino inspira...
¡Oh, musas, despertad ahora! ¡No nos abandonéis aún!

jueves, 14 de septiembre de 2017

Escritura aleatoria I



No logras entender que en mi mundo el trabajo es subalterno, y la creatividad va primera, ya consumida o desplegada.

Por libre asociación asocio planta con ventana, y tierra con falta de agua, de atención y, el ergo… planta seca.

Esto es un ejercicio, el primero de su especie. ¡Liberadme, oh dioses, de los opresivos barrotes de la presión social, inserta como injerto en mi propio yo!

Las mañanas libres dan lugar a cafés inesperados, con viejos amigos y conterráneos (gracias, Galdós) reubicados en este soleado mapa. 

Debo reducir el consumo de dos substancias: pornografía y expectativas sentimentales; ambas me distraen de lo principal.

La democracia ni se crea ni se destruye: se practica o no se practica.

Quizás debiéramos clavar una espada a una roca para solucionar las cosas. O teniendo un poco más de mala leche, podríamos rodear la hoja de una motosierra con cemento. Extrae la hoja, hijo, con suavidad, y serás nombrado rey. O reina, claro, que también las hay con ínfulas.

Leer la Biblia es un ejercicio interesante. ¿Cuántos cristianos la habrán leído realmente? ¿Y cuántos musulmanes el Corán? Edúcate y acude luego a la fuente. Como diría una compañía de viajes, ¡no dejes que te lo cuenten! Creo que leer directamente del texto arroja más luces que sombras, todo lo contrario de lo que hacen expertos y emisarios.

Todos buscamos mostrar nuestro valor y que se nos reconozca. Y más que nadie, quienes aseguran no hacerlo.

¿Cuándo vendrá Merlín a desatar el Ragnarok? Yo le votaría o, mejor aún, le arrojaría mi ropa interior. Seguro que el lobo Fenrir tiene los colmillos romos en comparación con los de nuestros banqueros, como clara es la mirada del maia Sauron en relación a la de nuestros políticos. ¡Pero, qué digo nuestros! Más bien nosotros somos de ellos. Y es que no hay pasar por alto la importancia de los detalles. Esto lo saben los villanos de ficción, y por eso gustan más que los del mundo real.

Ya no sé qué más decirte... Digestiones pesadas nunca fueron buenas compañeras. Ni las espinas en los dedos; si para colmo tus uñas son cortas, estás perdido: más te vale arrojarte por algún acantilado que tenga buenas vistas. Aun así, la espina no saldrá de tu dedo. Son un ejemplo de perseverancia, más allá de la desintegración del todo. ¿Son conscientes las espinas de formar parte de algo más grande que ellas? ¿O son más bien individualistas, sin lazos ni patria? Seguro llevan sus ahorros a los paraísos fiscales de nuestra biología.

Esto debería alcanzar unas dos páginas, pero creo que lo dejaré en una. Soy de natural vago, o un vago natural, a no ser que me fustiguen. ¿Pero yo? Yo no fustigo a nadie, y menos a mí mismo.

La potencia huyó de Europa, recuerden lo que les digo. Escapó de Occidente. Tenemos la fuerza de lo construido, pero no de lo que está por construir. Han sido unos pocos siglos, mas lo mucho cansa, y en historia nada dura para siempre. No pasa nada. Yo ya tengo curiosidad por ver lo que acontece.

Vivimos en un país borrego. Lo más risible es que los borregos se señalan unos a otros, llamándose oveja. Saber leer no es saber leer. Saber escribir no es saber escribir. Esta educación no es educación. Quienes de verdad disponen nuestro adiestramiento se encuentran fuera de las escuelas. Hace falta algo más de pesimismo y toxicidad combativa. Los lunes no son maravillosos. Tu sonrisa no brilla hoy. Puede que estemos convirtiendo el mundo en un gran estercolero. Joder.

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