Sillas alineadas color cemento.
No,
su tono es menos vivo.
Sillas alineadas frente a una mesa,
también color pseudocemento.
Carne ahogada en condimento,
escuchando al trozo parlante;
dirigiendo su atención,
sus miradas y envidias,
al pedazo de carne cantante.
Todos cachos de carne
perecedera,
que se piensan muy pensantes,
más que nadie, ergo sum,
y olvidan que no son más
que potenciales hamburguesas,
soñando entre el cemento
con glorias vanas.
¡Comida rápida!
y tempus fugit.
Apresúrate a triunfar,
tocino ilustre.
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